ELLA Entre hierbas y arenas, duerme con las estrellas, abrigándose con los versos del viento, recogiendo los mejores rallos del sol para vivir tranquila.
Nadie sabe como llego, las leyendas urbanas dicen que es un fantasma, y los hombres que la vieron quedaron enamorados, ella tiene en su piel aroma de bosque, su pelo parece no terminar igual que los ríos de la montaña, sus ojos llenos de ayer, jamás habla, solo vaga en las mañanas justo en el preciso momento en que el sol saluda la tierra, hay noches en que escapa al rió y juega con los peces, los que la ven sienten miedo, es porque no saben mirarla, ni menos interpretar sus risas, piensan que es mala, que es un demonio vestido de mujer que castiga a los viajeros.
La luna es una señal precisa para saber que la noche no estará sola, ella sube a la montaña mas grande, se sienta, y la luna la convierte en un elemento mas de la naturaleza, un elemento desconocido, que ningún chaman a logrado obtener.
Ella entiende el sutil lenguaje de las hojas, comprende los sonidos de los insectos nocturnos, mira atentamente hacia un horizonte lejano, hacia las nubes que sueña algún día tocar; se baña con los mejores aromas de la creación y su risa se escucha en las puertas o ventanas de algún cuarto donde se halla un hombre, solo y agobiado.
Solo una vez la vieron en un pueblo, una sola ves, todos huyeron, aquel pueblo quedo desierto en un par de semanas, a pesar de lo hermosa que es, le tienen un gran temor.
Siendo la doncella de la noche, siendo el ser mas admirado y cuidado por el aire se siente muy sola, todo parece ser que la naturaleza no la acompaña por completo, ella necesita un compañero, un amante que este a su lado para que juntos viajen a recorrer las provincias de la noche, ella necesita estar unida con alguien, enseñar todo lo que aprendió sola, desde que Dios la trajo aquí no se sabe de donde, que callo a la tierra a pagar una eterna soledad, soledad que ella, ya no podrá tolerar.
En un enigmático día la vi, yo estaba buscando mi constelación preferida en lo ancho del bosque, me subí a la montaña mas alta para visualizar cada estrella que parecían miradas divinas, pero mientras subía por los rocosos caminos pude ver unas manos que se movían lentamente, como si escribieran palabras en el aire, era una mujer que estaba parada en lo mas alto de la montaña.
Su cuerpo bailaba y danzaba con la luna brillando como una luciérnaga, sus manos eran mágicas, su piel era blanca, muy blanca, llevaba una túnica muy delgada, se le podían ver los delicados hombros, su cabello largo que rozaba el suelo, su rostro hermoso, demasiado hermoso; ella no se daba cuenta que yo la estaba mirando, embrujado por lo que mis ojos admiraban.
Me quede mudo, mi garganta estaba seca, yo sentía una ligera brisa de calor a pesar del viento que corría a esa altura, sus ojos estaban cerrados, parecía estar en trance, bailaba y bailaba, toda la luz de la luna apuntaba a su silueta.
Yo había escuchado algo de esa leyenda, que ella era un fantasma, un alma que no puede dejar este mundo, que le gusta aparecerse en la noches de luna llena, y que se ríe en las ventanas de los cuartos de hombres solteros, solitarios y hasta tristes, y ella no tenia sombra. Ya que las almas no llevan sombra alguna.
Yo estaba tan admirado, pensé que en esos momentos estaba viviendo la leyenda, allí yo, viéndolo todo, viéndola bailar, viéndola amar la noche y adorar la luna,
Pero, ¿que pasa?, me acorde rápidamente lo que decía la leyenda, que ella estaba buscando a un hombre para ser feliz, y que era un fantasma.
Los fantasmas no tienen sombra, lo que yo veía no podía ser ilusión por el cansancio o por la claridad de la luna, todo era real, el calor, la luna, el brillo, ella, pero..
Si tenia sombra.
Se notaba demasiado, si la tenia, tenia sombra, como los humanos, como todas las personas, la luna hacia ver su sombra muy claramente, una sombra normal, igual que su cuerpo y su pelo, entonces, ¡ella era humana!
Quizá este sola, o abandonada o quizá sea un vagabunda que vive en las montañas, no lo se, pero en ese momento se me vinieron muchas ideas a la cabeza, talvez sea la tentación del mal como dicen los chamanes, o talvez todo eso eran tonterías que ciegan a la gente a buscar la verdad, que los hace depender de leyendas.
Me puse de pie, destruí me temor, y grite ¡¡Hola!!
¡¡Hola!!, grite muy fuerte como para sacarme el miedo, pero ella igual seguía bailando, quizá no me escucho, quizá yo estaba muy lejos, me acerqué despacio, con los ojos algo segados por el brillo, me acerqué más y grite ¡hola! otras ves, pero ella seguía en trance, moviéndose al compás del susurro del viento.
En ese momento ya no tenia temor, la estaba viendo de muy cerca, y acercándome mas y mas, tuve un sentimiento muy extraño, un sentimiento que jamás tuve, sentía AMOR, mucho por amor por ella, no se porque, no la conozco, ni jamás la he visto, tampoco la he imaginado en mis sueños, pero la amaba; y sin pensar nada dije; Que hermosa eres…
Su luz poco a poco se fue apagando, lentamente, lentamente, hasta bajar por completo, pude ver toda su piel, y la manta que cubría su delicado cuerpo, sus hombros blancos, todo su pelo completamente, todo, ella estaba de espaldas.
Entonces giro la cabeza despacio y me miro, eran los ojos mas pasivos que había visto en mi vida, la mirada mas profunda que me tocaba hasta el alma, sus ojos eran negros y brillaban como la constelación que andaba buscando, nos quedamos mirando unos segundos, ella estaba al filo de la montaña, cuando quise acercarme mas para tocarla, ella dio un paso adelante, y dejo caer su cuerpo, se lanzo desde lo alto.
Me quede perplejo, totalmente arrancado de la realidad, no lo podía creer.
Creo que la perdí para siempre, no pude decirle nada, ni siquiera mi nombre, nada de nada, estoy muy seguro que no era un demonio vestido de mujer, o un fantasma como la pintaban los pobladores, de eso estoy muy seguro.
Baje de la montaña con el corazón el la mano por todo lo que paso, demasiado confundido, con la penosa esperanza de encontrarla tiraba abajo entre las hiervas, pero felizmente que no, no había nadie, solo la luz de la luna que dibujaba mi sombra.
Me fui al pueblo, entre a mi cuarto, prendí una vela y me puse a pensar que fue lo que en realidad paso, ¿que fue?, que es lo que vi, ¿todo fue real?, o simple ilusión de la noche, ¿será mujer?, ¿será de carne?, ¿estará viva o muerta?, tirada en algún lado, porque brillaba tanto?, porque tenia el cabello tan largo que le acariciaban los pies, porque eran tan blanca y exageradamente hermosa, quien era, quien…
Salí del pueblo dos días después, no comente nada, solo tomé mis cosas y me fui a la ciudad en tren…
Ya han pasado 14 años desde que paso todo eso, ahora ya tengo mi esposa y 2 hijas, siempre les cuento la historia a ellas, les digo que no se asusten, ni que sientan pena.
Hasta ayer que mi segunda hija me dijo, que quizá esa mujer era un ángel, y que su largo pelo era para ocultar sus enormes alas, y que no se tiro de la montaña, si no que despego hacia una nuevo viaje….
Isaac Gred..