domingo, 3 de febrero de 2013

Niño Interno



NIÑO INTERNO

Fueron conspiraciones
Que las mejillas de un fantasioso niño
Se asomaran de nuevo en mi ventana.

Una marca más en el destino, una huella más,
En el barro llamado vida.
Una voz de señal, un simple pero inmenso mar de sueños.
Un ser que deseaba salir de nuevo,
Y gritar todos sus callados deseos.

Se  movía dentro de mí,
Su riza erizándome sacándome del suelo,
Una tierna  paloma quiso despegar me quiso raptar,
Su inocencia volaba sobre cataratas internas,
Sus pequeñas alas de niño,
Querían abrirse con el murmullo del viento,
Expandirse en auroras vecinas, romper la carne,
Y regocijarse ante un agonizante mundo.

Unas manos puras con delirios vacíos,
¡Ya no quiso esconderse de las miradas externas!
¡Ya no quiso llorar a causa del sufrir del tiempo!
El quiso revivir su risa, atrapar a la mariposa  y sonreír,
Sonreír al ver el mar, sonreír al cantar con los Ángeles, bailar en la arena,
Ser feliz por estar vivo, por saber que sus lágrimas
Son bienvenidas.

Ya no adolecer por el sufrir de su mundo,
Si no agradecer al ayudar a sus traviesos hermanos
Que lo convierten en una cárcel, en un cuarto sin paredes,
Pero con fronteras sangrantes e impotentes.

Con uñas que excavan en la tierra sacando la belleza,
Quieren venderla, sentirse reyes de su alma en pobreza.
Quieren callar a los que sueñan y ríen de los hombres,
Su torpeza.

Solo el niño es aquel que ríe, que entiende
Del universo, su fantasía,
De la luz, la eternidad
De una canción, aprende a volar
Y con un místico beso, deja de llorar.

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