NIÑO INTERNO
Fueron conspiraciones
Que las
mejillas de un fantasioso niño
Se
asomaran de nuevo en mi ventana.
Una
marca más en el destino, una huella más,
En el
barro llamado vida.
Una voz
de señal, un simple pero inmenso mar de sueños.
Un ser
que deseaba salir de nuevo,
Y
gritar todos sus callados deseos.
Se movía dentro de mí,
Su riza
erizándome sacándome del suelo,
Una tierna paloma quiso despegar me quiso raptar,
Su
inocencia volaba sobre cataratas internas,
Sus
pequeñas alas de niño,
Querían
abrirse con el murmullo del viento,
Expandirse
en auroras vecinas, romper la carne,
Y regocijarse
ante un agonizante mundo.
Unas
manos puras con delirios vacíos,
¡Ya no
quiso esconderse de las miradas externas!
¡Ya no
quiso llorar a causa del sufrir del tiempo!
El
quiso revivir su risa, atrapar a la mariposa
y sonreír,
Sonreír
al ver el mar, sonreír al cantar con los Ángeles, bailar en la arena,
Ser
feliz por estar vivo, por saber que sus lágrimas
Son
bienvenidas.
Ya no
adolecer por el sufrir de su mundo,
Si no
agradecer al ayudar a sus traviesos hermanos
Que lo
convierten en una cárcel, en un cuarto sin paredes,
Pero
con fronteras sangrantes e impotentes.
Con
uñas que excavan en la tierra sacando la belleza,
Quieren
venderla, sentirse reyes de su alma en pobreza.
Quieren
callar a los que sueñan y ríen de los hombres,
Su
torpeza.
Solo el
niño es aquel que ríe, que entiende
Del
universo, su fantasía,
De la
luz, la eternidad
De una
canción, aprende a volar
Y con
un místico beso, deja de llorar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario